mayo 18, 2010

Otra de fakires

Actualización 3 de mayo de 2012: Esta entrada ha vuelto a tener vigencia a raíz de la noticia de que una pobre mujer suiza engañada por Prahlad Jani y su corte de embusteros, se ha dejado morir de hambre impresionada por un falso documental en el que no sólo el fakir afirma vivir sin comer, también lo hace Michael Werner, profesor de química que pone el prestigio de su profesión al servicio del negocio esotérico. La mujer intentó alimentarse de la luz del sol y al poco tiempo murió, como mueren todas las personas que dejan de comer. Son varias ya las víctimas mortales de este peligroso personaje y sus fantasiosas afirmaciones.
La noticia lleva unos días rebotando por Internet, buscando ingenuos. Sólo como ejemplo, ABC la reprodujo así.

Si no se la quiere fumar entera, resumimos. El fakir indostano Prahlad Jani, alias Mataji, dice que hace 74 años que no come nada, y que un grupo de "especialistas" del Departamento Científico del Ministerio de Defensa de la India ha certificado que no comió ni bebió durante una observación de 15 días, lo cual debe bastarnos para creer en la descabellada idea de que éste (como otros varios fakires que cuentan la misma fábula), se alimentan "del sol" o "del aire" o algo así.

Obviamente, si la defensa indostana hubiera descubierto lo que Mataji dice que descubrieron, deberían estar emplastados en todos los titulares del planeta. El promotor de esta tontería en el instituto DIPAS estaría siendo celebrado como un genio y los científicos se atropellarían para poder estudiar ellos también al Mataji. Y es que la afirmación no se trata de un milagro menor, de una zarandaja, de algo sin entidad, importancia ni relevancia. Por el contrario, si este santón nos puede enseñar a vivir sin comer:
  • Se resolvería para siempre el problema del hambre, salvando a los millones de niños y adultos que mueren de hambre al son de 25 mil cada día. ¡No más hambre!
  • Se resolvería el problema de la ecología, pues ya no sería necesario usar la tierra para labranza, ni sería necesaria la ganadería. Podríamos instalar en todos lados bosquecillos y jardines al gusto de los ecologistas, salvo pequeñas parcelas para plantíos textiles y de otro tipo no alimenticio. ¡Resuelto el problema de la ecología!
  • Por supuesto, se acabaría el problema de los combustibles fósiles. Nos podríamos ahorrar todos los millones y millones de barriles de petróleo utilizados para transportar alimentos, para refrigerarlos y para cocinarlos... ¡se acabaría la crisis del petróleo, el calentamiento global y el agujero de ozono!
  • Se acabaría el control político de las poblaciones por medio del hambre, en particular de los tercermundistas crónicamente subalimentados, negros, indígenas americanos, isleños del Pacífico, asiáticos... ¡Llegaría la justicia social!
Todo eso, y mucho más que seguramente a usted se le puede ocurrir, sería la colección de verdaderas consecuencias de que un fakir realmente pudiera vivir sin comer y seguir sano más de 70 días.

Vamos, los gobernantes y médicos de la India serían los reyes del mambo, les haríamos estatuas en cada esquina, se llevarían varios premios Nobel y de paso habrían obligado a reescribir de un plumazo todo lo que sabemos sobre física, química, bioquímica, fisiología humana, fisiología mamífera, fisiología animal y otras disciplinas. Sería como volver a empezar, que diría John Lennon.

Prahlad Jani no es el primer fakir (ni el último) que afirma que puede literalmente vivir del aire. De hecho, es uno de los trucos más viejos de los fakires junto con la "levitación".

Lo triste es que ninguno de los muchísimos medios de comunicación, blogs, periódicos, televisoras, informativos vía Internet y etcétera etcétera al son de varios miles de enlaces en Google se interesó en buscar siquiera el nombre de Prahlad Jani en la red, a ver si había datos fiables sobre sus hazañas. A ver cuando menos dónde rayos ha estado durante los 74 años que dice que no ha comido. (Los números son algo raros, algunas veces Prahlad dice que lleva 30 años, otras veces 60 y a ratos 74, a veces dice tener 77 años y en otras ocasiones envejece hasta los 82, al parecer según convenga.)

Si no se habrían enterado fácilmente de que hay dudas más que razonables sobre las afirmaciones del fakir. Para empezar, habrían visto que hizo exactamente el mismo truco publicitario en 2003, hablando en aquella ocasión de 10 días en el Hospital Sterling, bajo la vigilancia del doctor Urman Dhruv, asociado cercano del doctor Sudhir Shah, y que estuvo también en el equipo que, se dice, encabezó el supuesto estudio en abril y mayo.

En ese camino, se habrían enterado fácilmente que estos Laurel y Hardy de la medicina indostana han afirmado lo mismo sobre varios otros fakires. Y es que el jefe del grupo, Sudhir Shah, es médico y neurólogo, sí, pero su especialidad es la lucha por legitimar las creencias religiosas y místicas por medio de sus trabajos, como miembro destacado de la iglesia jainista y presidente de la Federación India de Médicos Jainistas. Y basta ver las publicaciones de don Sudhir para constatar que no ha publicado en ninguna revista neurológica seria, y que sus únicos temas son el jainismo, la inedia (nombre científico del dejar de comer), la meditación y, en su único artículo sobre un tema no esotérico, el de la memoria a largo plazo, afirma sin probarlo cosas como que ser compasivo, abstenerse del sexo y respetar a la familia y a la nación "mejoran la memoria".

Como diría Lord Byron: "No fuckin way!"

Ahora, no se trata de negarlo todo a priori, por supuesto. Quizás, una probabilidad entre un tontillón de tontillones, don Prahlad Jani vive sin comer. Si están haciendo un estudio científico del asunto, obviamente los observadores externos son una certificación adicional del aseo del protocolo, especialmente considerando lo fácil que es hacer trampa en estos casos (los ha habido de fakires que en la noche se iban a hamburgueserías a ponerse ciegos de colesterol mientras sus vigilantes roncaban) y lo sospechoso que es que los médicos implicados sean creyentes, militantes de una religión que defiende la inedia y personas con antecedentes de haber avalado fakires falsos.

Pero no es tan difícil enterarse de que el Consejo Médico de la India (MCI) emitió el 9 de mayo un comunicado diciendo que "todo el procedimiento estuvo equivocado", y que las afirmaciones de los doctores jainistas no son creíbles. (Realmente creo que cualquier persona sabe que esto es absurdo, al menos tanto como un santón que dijera que puede volar agitando los brazos... vamos, que tendría que demostrarlo no sólo cuando nadie de "afuera" lo ve.)

Pero el punto clave lo conocemos al averiguar que Sanal Edamaruku, presidente de la Asociación Racionalista de la India pidió la oportunidad de estar presente en la experiencia de 2003 y en la de 2010. No se lo permitieron.

Sanal Edamakaru es conocido por nuestros lectores peus es el personaje que retó al brujo mayor de la India a que lo matara con un conjuro en televisión, un descacharre de risas y ridículos. Lástima que se han quitado los vídeos supongo que porque perjudicaban el negociazo del brujo Pandit Surinder Sharma.

Aunque no entienda nada, puede ver aquí a Edamaruku y, sobre todo, los desfiguros de Prahlad Jani, cobrando a los fieles mientras posa con un tridente absurdo. Se ve además cómo se las arreglaba para beber en la experiencia de 2003 y cómo las "cámaras de vigilancia" de la experiencia de 2010 tenían "puntos ciegos" donde don Prahlad se podía ocultar para zamparse una empanada de jamón y una cocacola sin que nadie lo viera.

Y es que el señor Edamaruku es un experto en sacar al balcón a numerosísimos fakires, santones, babas, maharishis, yoguis y otras especies de personajes que se ocupan de que la India permanezca en el medievo. En 1999 desenmascaró a otra fakir, Kumari Neerja, que se decía reencarnación de una diosa y que tampoco comía ni iba al baño... hasta que los racionalistas descubrieron un espacio oculto con su bañito y donde sus cómplices le llevaban de comer. Cuando se le hizo vomitar, la diosa que no comía devolvió pan y papas.

Otro fakir, Pilot Baba, afirmaba en 1992 que podía sobrevivir bajo el agua, y para ello se hizo una piscina que pareció llenarse de agua, cuando estaba totalmente seca (y cubierta por una lona) y allí el Baba se la pasaba bien. En 1996, el mismo necio edijo que podía vivir cuatro días enterrado. Edamaruku y su equipo descubrieron, ante las cámaras de televisión, la cuevita bien provista que se había cavado previamente el listo embaucador.

Sólo un diario, The Guardian, tuvo a bien entrevistar a Samal Edamaruku. El resto de los diarios del mundo se conformaron, como siempre, con dar la nota (que partió de un blogger indostano, no de una revista científica, obviamente, con datos ofrecidos en dosificación conveniente por Sudhir Shah) y nunca en desmentirla después. Y, claro, el público no se entera de que se descubrió que el fakir no estaba tan aislado como se dice, pues se le permitía recibir a sus adoradores (acaso alguno con una pìerna de cordero o similar que don Prahlad se podía guardar para manducársela de noche bajo las sábanas), se le permitía salir del "cuarto sellado" para darse bañitos de sol y pasear un poco... en fin, que los controles que decía tener Shah eran más bien un cuento.

Como dice Sanal Edamaruku, no creer sin pruebas las afirmaciones de este fakir no es tener la "mente cerrada". Es como si el sujeto nos dijera que la noche anterior se cortó una pierna, la mandó a dar un paseo y luego se la reimplantó. Dudar de algo tan descabellado, sin haber ninguna evidencia de que sea real, no es cerrado de mente, es simplemente un sano ejercicio de cordura.